sábado, 5 de septiembre de 2009

Admirados, sus alas eran envidiadas y deseadas.
Grandes historias habian sido creadas entorno a esos vuelos; eran musa de artistas cursis y motivo de lagrimas para los falsos estetas.
Al anochecer miles de personas se juntaban a disfrutar del espectaculo de la naturaleza, para regrezar a sus hogares sintiendose testigos de algo kantianamente sublime.
Pajaros transparentes, contorneados de luz colmaban las alturas sirviendo de placebo espiritual de pasivos transeuntes de la vida y estressados oficinistas... pero ellos no eran vistos


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